“No es accidental que Largacha haga uso virtuoso de la acuarela. Tal género, cuya dificultad técnica hace que tenga y haya tenido siempre escasos cultores de verdadero mérito, exige para su acertado manejo un talento de dibujante y una sensibilidad cromática excepcionales, amén de una destreza manual análoga a la de un guitarrista de concierto. “

Dicken Castro